Dieta, ¿sinónimo de mal humor?

Mal humor en la dieta. Lidia Bastian

“Dime lo que comes y te diré que feliz eres”
Si has empezado a hacer dieta y últimamente notas que tu humor ha ido a peor deberíamos plantearnos qué tipo de dieta estamos siguiendo y si tiene algún déficit en nutrientes. Este déficit afecta al funcionamiento del sistema nervioso (más nerviosismo, falta de concentración o cansancio continuo) además, de nuestros estados de ánimo.

Mal humor en la dieta. Lidia Bastian

Muchas personas asocian ‘ponerse a dieta’ con pasar hambre. Pasar hambre no es una sensación cómoda para nadie. La razón en general es la siguiente: la reacción fisiológica ante un problema.

El mecanismo es el siguiente, cuando bajan los niveles de glucosa en sangre, una señal de que necesitamos comer, entre otras cosas, se envía a las glándulas suprarrenales, las cuales controlan muchas hormonas. Entre ellas están la adrenalina y el cortisol, que se segregan en momentos de estrés.
Este mecanismo sirve para obtener azúcar del glucógeno almacenado en los músculos, pero también es una señal de peligro, por lo que el cerebro percibe una situación estresante. Otra señal relacionada es el neuropéptido, el cual participa en el nivel de hambre y la regulación del metabolismo de las grasas. Este neuropéptido también está relacionado con un comportamiento agresivo.

Cuando te impones una dieta estricta de adelgazamiento, te pesas a diario y te obsesionas con adelgazar, seguramente te cambie el humor de manera drástica también.
Deberíamos evitar las dietas milagro con ayunos prolongados. Si recurrimos a estas dietas nos van a faltar nutrientes, una combinación perfecta para esos cambios de humor y mal estar.

El placer por comer
Es importante saber que podemos comer lo que nos gusta y disfrutar de la gastronomía sin engordar ni tener otras consecuencias negativas.
La clave es que para disfrutar un buen sabor no hace falta atiborrarse de comida. Masticar bien, degustar, disfrutar la comida desde el primer bocado.
Estamos acostumbrados a usar la comida como una solución a estados de ánimo: estás angustiado, comes, estás aburrido, comes, estás contento, comes. Todas las emociones terminan en comida para calmar justamente esa emoción.
Según mi experiencia ocurre también, que hacemos ejercicios y eso hace que liberemos hormonas de la felicidad. A pesar de la actividad física, no obtenemos los resultados deseados. Esto sucede, porque no hacemos una dieta apropiada según el nivel de ejercicio, buscamos la recompensa alimentaria tras la actividad física y desconocemos los niveles de ejercicio a partir de los cuales se gasta energía.

Alimentos que alteran nuestros estados de ánimo.
Deberíamos evitar ciertos alimentos que no alteran el estado ánimo o nos provocan mal humor.
Cafeína; este alimento altera el organismo, y en ocasiones el sistema nervioso. Produciendo trastornos como: fatiga, depresión, descontrol del humor entre otros.
Alcohol; aunque provoca en algunos casos felicidad temporal, puede cambiar de manera radical a un mal estado de ánimo.
Aceites y grasas; estos disminuyen el funcionamiento cerebral en algunas actividades. Los aceites son usados en alimentos como frituras, y margarina que, siendo procesada, es causante de cambios de humor.
Los alimentos dulces: hay alimentos que tienen incidencia en el nivel de serotonina en el organismo. Éste es un neurotransmisor natural que tiene estrecha relación con los estados de ánimo (sensación de tranquilidad, de relajación…) Cuando la serotonina está baja en sangre, habitualmente nos suele pasar que busquemos cualquier cosa dulce. Lo que uno debería hacer es no llegar a tener ese déficit nutricional en la dieta y comer de todo un poco, para prevenir tener esos descensos bruscos de serotonina que son los que generan «bajón» y propician esas tentaciones compulsivas.
La comida chatarra: ¿predispone ésta al mal humor? En realidad, cuando una persona come este tipo de comida, sabe que luego le generarán hinchazón, mala digestión y sensación de culpa, obviamente se producirá una predisposición psicológica hacia el mal humor.
La cantidad de calorías serán también determinantes en el buen o mal humor. Si estas son escasas, sea la comida que sea se generará una sensación negativa.

Una de las estrategias que más se recomienda para evitar cambios de humor ante a la dieta es consumir alimentos ricos en dopamina.
La dopamina es un neurotransmisor importante para la función motora del organismo, y se encuentra situado en el cerebro. Por lo que está muy relacionada con la expresión de las emociones, y podrás disfrutar de buen ánimo mientras adelgazas.
Principalmente, debes ingerir alimentos frescos (frutas), verduras y aquellos que son ricos en proteína: huevo, pescado, leche, derivados lácteos, frutos secos, pollo, carne magra, legumbres.

Mal humor en la dieta. Lidia Bastian

Hay alimentos que ayudan a mejores estados emocionales
Omega 3. el pescado no es quizá la comida que la gente elegiría ni por la que tendría un antojo, pero se sabe que químicamente ayudaría a equilibrar el ánimo ya que los ácidos grasos buenos que contiene están relacionados con la formación de neurotransmisores y de estructuras de membranas celulares que afectan las conductas.
El plátano tiene una gran capacidad para elevar el estado de ánimo gracias a la combinación de vitaminas. Cuando comes un plátano, recibe un choque de la energía de fructosa y fibra prevención de baja azúcar en la sangre y mejorar el estado de ánimo.

 

Mal humor en la dieta. Lidia Bastian

Los frutos secos contienen componentes que contribuyen al estado de ánimo, incluyendo omega-3, vitamina B6, ácido fólico, proteínas y triptófano.
Altos niveles de Omega-3 se han relacionado con estado de ánimo y las bajas tasas de depresión, (arriba lo mencionamos)
Un bocado delicioso, crujiente y cremoso de un yogur con 1 puñado de nueces te ayudará a ser un poco más feliz. ?

Por eso la recomendación es comer de forma equilibrada y saludable todo el año y, si vas a hacer un régimen alimenticio evita que tenga muchas restricciones calóricas. También haz una comida trampa, recompensa a la semana, sin comer a reventar. Este truco de saltarse la dieta ayuda a reducir la ansiedad y a minimizar la angustia de llevar una dieta estricta durante un largo periodo de tiempo 😉

Lidia Bastian

 

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