¿Por qué escribo este artículo? Pues muchas veces nos pasamos cumpliendo las expectativas de los demás, dejando de invertir tiempo en nosotros. Una dieta conlleva un coste de tiempo. Por eso me parece muy importante gestionar nuestros tiempos. Si estas abarcando más de la cuenta, no podrás llevar a cabo esos cambios alimenticios que venís buscando a la consulta.
Muchas veces estamos bastante atareados, tenemos mucho trabajo, vemos que no nos llega el tiempo para todo lo que tenemos por hacer. Aun así, llega alguien que nos pide lo imposible, algo que sabemos que nos va a “robar” el tiempo que no tenemos, pero a pesar de ello, siempre decimos que sí.
Cuantas veces hemos dicho si, por miedo a defraudar con un no.
El no saber decir NO, te puede agotar mentalmente, te hace perder tiempo y te distrae de tus propósitos. Aunque te cause ansiedad o malestar, debes aprender a hacerlo si quieres mejorar tus relaciones personales y sentirte bien contigo mismo. No saber decir que no genera baja autoestima y malestar emocional.
Reconoce que tienes una cantidad de tiempo limitado. Debes centrarte en lo que realmente tienes que hacer, en tus tareas. Lo ideal sería acabar con nuestras tareas para después ofrecer nuestra ayuda.
Ante todo, tienes que ser sincero contigo mismo. Si no puedes abarcar más de lo que tienes, debes ser capaz de decirlo, de expresarlo y esperar que te entiendan.
¿QUE PASA SI VIVES COMPLACIENDO LAS EXPECTATIVAS DE LOS DEMAS?
* Aumenta el sentimiento de inferioridad y baja tu autoestima, porque has dejado de invertir tiempo en ti. Las personas inseguras tienden a buscar la aceptación de los demás mediante sus acciones.
* Problemas interpersonales = Esto confunde a las personas de su entorno, que desconocen tus auténticos sentimientos y deseos, y no saben bien qué es lo que deben hacer.
*Malestar emocional= es frecuente que experimenten elevados niveles de ansiedad, tristeza e irritabilidad, por no abarcar todo lo que te piden.
* Sentimiento de soledad emocional = la sensación de que “yo estoy para todo el mundo y nadie para mi”
Pierde el miedo a lo que los demás puedan pensar: dentro de unos límites razonables, tú eres la primera persona que debe estar satisfecha con tu conducta.
Acepta la ansiedad como parte del proceso. Es normal que te pongas nervioso o te sientas incómodo a la hora de decir que no.
El alivio emocional que experimentarás si aceptas es momentáneo, después vendrán los agobios.
Entrena un estilo de comunicación asertivo (intentar con tacto decir un NO y mantenernos tranquilos). Poner límites no significa actuar con egoísmo, sino aprender a respetar los gustos, las opiniones y los espacios de cada uno.
Es importante no dar demasiadas explicaciones pues, de lo contrario, la otra persona puede dar la “vuelta a la tortilla” y hacerte ver que ella tiene motivos más importantes por los que te solicita el cambio. Para evitarlo, existe una técnica denominada disco rayado que consiste en repetir una y otra vez tu opinión sin añadir más información.
Por ejemplo; “Ojalá pudiera, pero me resulta imposible”.
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